A mis compañeras que nos han dejado, pero siempre las tendré presente

Hola Luisa y Fátima, lo prometido es deuda, y aquí me tenéis otra vez delante de mi ventana al mundo. A ti Fátima, te vi muy bien, aunque venias para despedirte, te he visto muy alegre, y eso me ha gustado mucho, se que eres una mujer fuerte y te vas a aclimatar muy bien en tu nuevo trabajo, por eso te felicito, y te deseo toda clase de venturas en Coria. A ti Luisa, ..... que quieres que te diga, se que han sido unos días muy difíciles para ti, en nuestra república independiente de la cocina, Pepi y yo lo hemos comentado lo triste que se te notaba. Es muy duro, cuando llevas un tiempo trabajando en un sitio como esta bendita guardería, con unos/as compañeros/as (sobre todo compañeras, ya que solo somos dos hombres los que trabajamos por el día ), que con sus cosas buenas y malas, hemos tenido la suerte de haber compartido este tiempo con vosotras( no quiero olvidarme de Fátima), y por circunstancias de la vida un día tienes que marcharte. Quiero que sepas, que aquí no nos vamos a olvidar de vosotras, y espero que tampoco lo hagáis de nosotros. Luisa, también quiero decirte, que cuando estés triste, cuando te encuentres baja de animo, puedes contar con este humilde cocinero, que quiere, y perdón por el atrevimiento, que lo consideres mas como un amigo, que como un compañero. Esta ventana al mundo que tengo abierta, también esta abierta para vosotras.
Fátima, esto que le digo a Luisa, también te lo digo a ti, quiero que sepáis, que os llevo en mi corazón, como creo que lo hacen todos los compañeros de esta pequeña gran familia de la guardería.
Besos.
Javier