lunes, 16 de enero de 2012


A ROCÍO:


Hoy te has despedido de tus niños y compañeros, se lo duro que te resulta después de tantos años aquí, pero la lejanía de tu casa, y ese trafico infernal, iban a terminar por dejarte baldada del todo.Te vas a Sevilla, al Parque Alcosa, un barrio que conozco, porque viví allí hasta que me casé. Ahora te tienes que enfrentar con una nueva etapa profesional, otros niños, otros compañeros, pero eso lo superaras sin mayor problema, tienes un carácter extrovertido que seguro que en algo te va a ayudar, además eres una profesional estupenda, sabes dar todo el cariño del mundo a los niños, además de darle disciplina.
Como persona eres excepcional, eres buena amiga de tus amigos, sabes escuchar, sabes apoyar a un compañero cuando está de bajón, eso te lo digo de propia experiencia, me has ayudado con mis cuitas personales, y no encuentro la forma de expresar cuan grande es mi agradecimiento por ser como eres, aunque a veces seas una quejica ¿los "palitos del arroz" te suenan? ¿Y el "encendimiento" de la pimienta"?, esto quedará para"las crónicas de la cocina de La Puebla".
Tampoco se me olvida ese desafortunado brindis"por las reducidas" que me costó una mirada asesina con esos ojos (tan bonitos por cierto ) que tienes. Eso fue un mal entendido, y no "retranca".
¿y que decir del rapapolvo que me echaste por gritarte"Viciosa" cuando salias a fumar?, curiosamente ahora hasta yo te he encendido algún cigarro, eso si, espero que te pongas manos a la obra, y dejes de una vez de fumar, te lo dice un amigo , que prefiere que le hagas caso a el, antes de que se lo tengas que echar al neumologo.
Por ultimo, mañana a las 11h 30m sentiremos un vacio el esta cocina, y echaremos en falta un "buenos días" que espero dentro de algún tiempo pueda volverse a producir en algún otro lugar.

Con todo el cariño, de tu amigo Javier

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hola! Con crónicas como la de la despedida de tu compañera de trabajo vamos a empezar a creer que se te dá escribir tan bien como la cocina. Un abrazo anónimo de uno de "tus cuñaos"