viernes, 25 de noviembre de 2011

CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

Queda una media hora para que termine el "día internacional contra la violencia de genero", y se me ocurren varias cosas. En primer lugar no estoy de acuerdo con que exista "un día" contra la violencia de genero, esto suena como "el día de San Valentin", o similares. La violencia machista, no es algo para recordar un día al año, existen 365 días en los que millones de mujeres en el mundo , y sus hijos, sufren de la violencia física o moral por parte de los hombres, y creo que esto se tendría que recordar todos y cada uno de los días del año. En multitud de países, se tiene como "algo normal" que las mujeres puedan ser maltratadas de forma impune, sin que sus agresores sufran ningún castigo, y lo que es peor, en muchas ocasiones, las propias mujeres inculcan a sus hijas la sumisión al hombre, y la comprensión del maltrato de los hombres hacia las mujeres. En el "primer" mundo, podemos ver como existen programas donde se fomentan comportamientos claramente machista, haciendo ver a las jóvenes, que la clave del éxito consiste en tener un cuerpo diez, para satisfacer los deseos del hombre. Me asquean los programas donde se buscan "novios" donde la inteligencia brilla por su ausencia, y el espectaculo consiste en una sobredosis de testosterona. Vivimos en una sociedad enferma, donde todavía en las casas se sigue educando de forma diferente a ellos y a ellas, tenemos que enseñar a nuestros hijos e hijas , que el verdadero amor, no consiste en la posesión del uno sobre el otro, las relaciones de parejas hay que establecerlas desde la igualdad, y la base debe ser la confianza mutua, sabiendo que nadie es dueño de nadie, sino que la relación es un proyecto de vida, que puede salir mal, pero que si eso ocurre, en ningún momento se puede recurrir a la violencia, solo desde un plano de igualdad, de confianza , una pareja se podrá mantener unida, y si aun así, fracasa el proyecto, lo mejor es acabar de forma pacifica, sin resentimientos.
Nos queda mucho camino para alcanzar la madurez de la especie humana, y mientras no rompamos desde nuestras casas esta cadena, educando a nuestros hijos en valores de igualdad, no avanzaremos
nada.
Mientras tanto, lo único que nos queda, es NO MIRAR A OTRO LADO, Y DENUNCIAR LOS CASOS QUE CONOZCAMOS, UNA DENUNCIA A TIEMPO, PUEDE EVITAR UNA MUERTE INJUSTA, Y UN TRAUMA PARA UN NIÑO.

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